Los seres humanos primitivos no tenían sociedad y el completo establecimiento era individualista. Aun el concepto de familia estaba ausente. La vida era bruta y no-intelectual. La naturaleza era la morada directa y la fuerza física regia el día. El mas fuerte disfrutaba a costa del débil, quien tenia que rendirse ante la voracidad de las gigantes físicos. Sin embargo, el sentido de adquisición no había sido desarrollado en ellos, y ellos trabajaban manualmente, y no había explotación intelectual en esa era. Así la vida era bruta, pero no brutal.
Si los shu’dras son definidos como aquellos que viven por el trabajo manual o servicio, esta primera etapa de las leyes brutas de la naturaleza puede ser nombrada la Era Shu’dra, porque todos eran trabajadores manuales. La dependencia en el poder físico gradualmente llevo a algunos pocos escogidos a liderar al resto por la fuerza de sus músculos. Ellos eran los lideres de los shu’dras.
Simultáneamente, la familia desarrollada. Y el liderazgo mencionado, una vez basado en la superioridad de los músculos, paso de el padre al hijo o de la madre a la hija, parcialmente debido a al momento de miedo y poder comandado, y parcialmente por la superioridad de la raza animal.
Fortaleza superior requiere la asistencia de otras fortalezas superiores en la vecindad para que todos mantengan su estado. Generalmente tales vecinos superiores pertenecen a la misma paternidad o fueron relacionados a través de lazos matrimoniales. Gradualmente los lideres que por esfuerzo físico iniciaron como un buen grupo unido, y últimamente formaron una clase conocida como los ks’attriyas. La era donde el poder regia, o supremacía en armas, fue el único factor que importaba, fue la Era Ks’attriya. Los lideres de la Era Ks’attriya fueron Herculeanos, enormes gigantes quienes dependían en la supremacía del valor y fuerza personal, haciendo poco uso o nada de intelecto.
Con el desarrollo de intelecto y habilidades como resultado de choque físico y psíquico, la fuerza física tuvo que perder su posición dignificada acorde a la creciente intensidad de la demanda intelectual en la sociedad ks’attriya-dominada. Uno tuvo también que desarrollar habilidad en el uso de las armas, y aun para este gigante físico tuvo que sentarse a los pies de algún hombre físicamente común para aprender el uso de las armas y estrategia. Una referencia a la mitología de cualquier cultura antigua revela numerosas instancias donde el héroe del día tuvo que adquirir conocimiento especifico de maestros. Subsecuentemente este aprendizaje no fue confinado a el uso de la armas solamente pero fue extendido a otras esferas, como artificios de batalla, medicina y formas de organización y administración, lo esencial para regir cualquier sociedad. De este modo la dependencia en intelecto superior incremento día a día, y en el curso del tiempo el poder real paso a las manos de esos intelectuales. Estos intelectuales, como la palabra implica, justificaron su existencia solo en el intelecto, no realizaron labores por ellos mismos, y fueron parásitos en el sentido de que ellos explotaron la energía puesta por otros en sociedad. Esta era de dominación por parásitos intelectuales puede ser llamada Era Vipra.
Aun si bien los vipras llegaron a la vanguardia por el uso de su marcado intelecto, esto es de mayor dificultad que en el caso de los ks’attriyas de mantener una superioridad hereditaria de intelecto. En un esfuerzo para mantener el poder entre unos cuantos, ellos trataron y previnieron a otros de adquirir el uso del intelecto al imponer supersticiones y rituales, fes y creencias, y aun introduciendo ideas irracionales (el sistema de castas de la sociedad Hindú es un ejemplo) a través de una apelación a los sentimientos de las masas (quienes colectivamente no podían llamarse intelectuales). Esta fue la fase de la sociedad humana en la Edad Media en la mayor parte del mundo. La continua explotación por una sección de la sociedad resulto en la necesidad para la colección y trasferencia de bienes de consumo. Aun de otra manera, la necesidad fue sentida muy mal para el transporte de comida y otras necesidades de vida desde partes excedentes hasta partes deficientes. también, en el caso de conflictos de clanes el resultado de las fuentes de una comunidad o clase en contra de otra ganaba importancia. Este aspecto fue confinado no solo a los productores sino también a aquellos que manejaban los bienes en las varias etapas hasta el punto de consumo. Esta gente fue conocida como los vaeshyas, e ingenuamente y con producción reunida comenzaron a disfrutar de supremacía e importancia, hasta que la era fue alcanzada cuando este aspecto de vida se volvió el factor mas importante. Estos vaeshyas, por consiguiente, comenzaron a disfrutar posición de supremacía, y la edad dominada por esta clase se dice que fue la Era de Vaeshyas.
Individualismo o principio de no interferencia desarrolla capitalismo cuando los recursos de producción pasan a las manos de unos pocos quienes están interesados en explotación personal. En esta etapa se puede decir que el instinto de adquisición se ha desarrollado tremendamente. La sed por adquisición instigo a ellos a desarrollar la psicología de completa explotación de la raza humana también, y esto resulto en una clase por si misma. En la raza para la codicia y la adquisición no todos pudieron sobrevivir, y solo unos cuantos permanecieron para dominar la sociedad en general y la configuración económica en particular por su capital. La gran mayoría fue embaucada en creer que ellos estarían autorizados de compartir tales recursos, o fueron descuidados y abandonados por falta de fuerza y la raza no sobrevivió. Tales personas en sociedad últimamente ocuparon el lugar de esclavos explotados de los capitalistas. Ellos son esclavos por que no tienen otra opción mas que servir a los capitalistas como obreros para ganar los medios de subsistencia.
Recordemos la definición de shu’dras como personas que viven por el trabajo manual o dura labor para su sustento. Esta era de capitalismo es la era cuando la gran mayoría de la sociedad se convierte en tales shu’dras. Esto desarrolla desanimo y descontento en una larga escala debido a un choque interno en la mente, porque la psicología de la sociedad es esencialmente dinámica en naturaleza y la mente misma existe como un resultado de choque constante. Estas condiciones son necesarias y suficientes para trabajadores, ya sean mentales o manuales, a organizarse y levantarse en contra de las imposiciones no naturales en la vida. Esto puede ser denominado “revolución shu’dra”. Los lideres de esta revolución, también, son gente física y mentalmente mejor equipadas y mas capaces esencialmente de vencer la estructura capitalista por fuerza. En otras palabras, ellos son también ks’attriyas. Así, después de un periodo de caos y catástrofe, una vez mas el mismo ciclo – Era Shu’dra a Ks’attriya a Vipra, y Así continua – recomienza.*
En este ciclo de civilización una era cambia en otra. Este cambio gradual debería ser llamado “evolución” o kra’nti. El periodo de transición de un era a otra puede ser dicho de ser yuga sam’kra’nti - “era de transición”. Un ciclo completo desde la Era Shu’dra desarrollándose a través de las otras tres eras es llamado parikra’nti.**
Algunas veces el ciclo social (sama’ja cakra) es reverso por la aplicación de fuerza física o psíquica por un grupo de personas inspiradas en una teoría negativa. Tal cambio es, por lo tanto, contra-evolución – esto es, en contra del ciclo de civilización. Este puede ser denominado vikra’nti. Pero si este cambio completo del ciclo social toma lugar, debido a presión política o a cualquier otra fuerza bruta, dentro de un corto periodo de tiempo, el cambio traído de este modo es prativiplava, o “contra-revolución”. Este es justo como el pratisaincara negativo de Brahma Cakra. Así el progreso y marcha de la civilización puede ser representado como un punto de posición y como la velocidad aproximándose a Purus’ottama, respectivamente, por un organismo colectivo en Brahma Cakra.
El mundo es una fase transitoria o fenómeno cambiante dentro del ámbito de la Mente Cósmica. La cual esta yendo en un movimiento eterno, y tal movimiento es la ley de la naturaleza y la ley de la vida. Estancamiento significa muerte. Por lo tanto ningún poder puede detener el ciclo social de evolución. Cualquier fuerza, interna o externa, puede solo retardar o acelerar la velocidad de transición, pero no puede prevenirlo de moverse. Por consiguiente la humanidad progresiva deberá soltar todos los esqueletos del pasado. Los seres humanos deberán continuar en acelerar la velocidad del progreso para bien de la humanidad en general.
Aquellos revolucionarios espirituales quienes trabajan por lograr tales cambios progresivos para la elevación humana en una buena intención, bases pre-planificadas, ya sea en la esfera física, metafísica o espiritual, adhiriéndose a los principios de Yama y Niyama, son sadvipras.
Los principios de Yama son ahim’sa’, satya, asteya, aparigraha, y Brahmacarya. Ahim’sa’ significa no causar sufrimiento a cualquier ser inofensivo a través del pensamiento, palabra o acto. Satya denota acción de la mente o uso de palabras con el objeto de ayudar a otros en un sentido real. Esta no tiene aplicación relativa. Asteya significa no robar y esta no debería ser confinada a la acción física sino a la mental también. Todas las acciones tienen su origen en la mente, por tanto el correcto sentido de asteya es “de renunciar al deseo de adquirir lo que no es justamente lo de uno”. Aparigraha involucra la no aceptación de tales amenidades y comodidades de vida siendo estas superfluas para la preservación de la existencia física. Y el espíritu de Brahmacarya es de experimentar Su presencia y autoridad y todas y cada una de las objetividades físicas y psíquicas. Esto ocurre cuando la mente individual resuena con la voluntad Cósmica.
Las cinco reglas de Niyama son shaoca, santos’a, tapah, sva’dhya’ya y pran’idha’na. Shaoca significa pureza de los organismos físico y mental. Pureza mental es obtenida por obras benevolentes, caridad, u otros actos respetuosos. Santos’a significa “satisfacción”. Esta implica aceptación sin mala gana y sin queja a cambio de los servicios entregados por la labor física o mental de uno. Tapah significa esfuerzos para alcanzar la meta a pesar de tales esfuerzos siendo asociados con incomodidades físicas. Sva’dhya’ya significa estudio de las escrituras u otros libros de aprendizaje y asimilación de su espíritu. El universo entero es guiado por la Entidad Suprema, y nada de lo que uno haga o pueda hacer es sin Su comando especifico. Iishvara pran’idha’na es una auto-sugestión de la idea que todos y cada individuo es un instrumento en las manos del Todopoderoso y es una mera chispa de ese fuego supremo. Iishvara pran’idha’na también implica fe implícita en El independientemente de que uno viva en felicidad momentaria o tristeza, prosperidad o adversidad.
Solo aquellos quienes por su propia naturaleza se adhieran a los diez comandos mencionados en su conducta normal y espiritual son sadvipras. Tal moral y espiritualmente equipado sadvipra tiene que realizar un fundamental y vital servicio a la sociedad.
En el ciclo de evolución social, durante cada era antes que sea sucedida por otra era, una clase particular disfruta la posición de dominación y superioridad. Tal clase, mientras este en poder político, tiene cada oportunidad de explotación de la sociedad. La historia ha mostrado que esta no es mera oportunidad, pero ha estado en misma repetición. Ahora la tarea de el sadvipra es de vigilar que la clase dominante no tome recurso de la explotación. Las cuatro clases – shu’dra, la clase trabajadora; ks’attriya, la clase guerrera; vipra, la clase intelectual; y vaeshya, la clase capitalista – han permanecido bien definidas en el ciclo de la civilización humana, y la dominación gradual y el declive de cada clase deberá de continuar ocurriendo en este ciclo.
Vida es un principio dinámico, y el movimiento del sama’ja cakra continua sin cualquier freno o pausa. El ciclo no puede detenerse, Así como el estancamiento implica muerte. La función de un sadvipra sera, por consiguiente, estar para vigilar que la clase rigente o dominante no tenga alcance de explotación. El momento en que una clase se vuelve explotadora, la vida de la mayoría se convierte miserable; unos pocos disfrutan a costa de muchos cuya suerte es solo de sufrir. Mas de esto en tal estado de sociedad tanto en la de los pocos como en la de los muchos se degenera. Los pocos (explotadores) se degeneran ellos mismos debido al exceso de placeres físicos y los muchos (explotados) no pueden elevarse ellos mismos, debido a que toda su energía es ocupada en problemas mundanos y todas sus ondas mentales siempre tienden a obtener paralelismo físico-psíquico, Así consiguen día con día mas crudeza. De Aquí, para el bienestar físico, mental y espiritual de el administrador y el administrado de la sociedad como un todo, es esencial que a ningún ser se le de ninguna oportunidad de explotar al resto de la sociedad.
Sadvipras no son testigos inactivos. Ellos son participantes activos para vigilar que ninguna persona o clase explote al resto. Para esto ellos deben recurrir aun a la violencia física, porque los sadvipras tendrán que golpear a la fuente del poder de la clase que este tendiendo a convertirse en la explotadora. En el caso que la clase ks’attriya se este convirtiendo explotadora, los sadvipras tendrán que recurrir a la fuerza física, y en una era donde la clase intelectual o vipra este dominando, ellos tendrán que llevar una revolución en el campo intelectual. En el caso que los vaeshyas estén dominando, los sadvipras tendrán que competir y ganar elecciones, porque la clase vaeshya rige por la democracia, y la configuración democrática permite a ellos acumular ganancias indebidas.
*Un periodo de caos y catástrofe termina cuando el liderazgo ks’attriya re-emerge, significando el comienzo de la siguiente Era Ks’attriya. Para una discusión mas detallada de este proceso, ver “The Shud’ra Revolution and the Sadvipra Society” en Human Society Part 2 del autor.-Eds.
**Ver también las definiciones de parikra’nti en Problems of the Day, seccion 34, y A’nanda Su’tram, Capitulo 5, Su’tra 7. -Eds.
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